La luz entre la ventana de mi habitación
es el único precio que ni pago
por la entrada a estas imágenes
viejas,cansadas de ser
vigías de mi infancia
y carceleras de mi madurez
que con tanto ahínco
me bloqueaban el camino
He dejado de huir del atardecer
es nuevo
como nueva es la vida para el preso
puesto en libertad ante la caída del sol
que años atrás se desplomaba
los recuerdos han dejado de ser tristes
están cerrados
a ritmo de metrónomo y delay
Cuanta calma en estas cicatrices
cuanto césped virgen para correr sin fin
sin árboles, sin rejas
espeso, verde, cama
Ya no huyo
Ahora lo deseo
en calma ,
en mi perdón
Me gusta esperarlo y esperar a que pase
en el, dentro de el
me trae la fuerza que no estaba
No lo persigo
de momento
solo lo espero
atardece, ya estoy lista
No hay comentarios:
Publicar un comentario