Suave silvido
suave es la angora
Senderos surcados por el rastro de la serpiente
solo he de seguir su marca
sin necesitar viajar lejos
de vuelta a mi cuerpo seco
reconoceré los surcos
en la memoria finita de mi piel
Los lunares reposan casuales sobre ella
Antes que yo misma
ya era la serpiente
Así se arrastra
entre las distancias de estas manchas
buscando el hueco
para sembrar el nido
Silvidos suaves
sonidos de cascaveles
estelas de avión
sobre el cielo
que tiende su manto
sobre el desierto que es mi cuerpo
justo en el punto en el que todo se une
allá en el infinito.
Este reptil seguiría su curso
su veneno manaría de mi saliva
si no tuviese mi visión amarilla
que no es otra si no la suerte
que a pesar de todo
sigue subida a mi espalda
y sabrá escupirlo a tiempo
Aún dejándome desnuda
en medio de mis marcas
sintiéndome pelo de pluma
sabré reconocer el temblor sobre mí
mientras camino a mi ritmo
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