jueves, 6 de enero de 2011

Los tallos tienen espinas

Lo vemos de pequeños
en las rosas que nos llegan

y lo olvidamos

Llevo años enganchada
al tallo siniestro
de la vida que empieza
mal comenzada

He buscado perdida

buscar para no encontrase
para diluirse
en la inmensidad mala
de la propia imaginaciòn

de la mia

a tí te creía amiga

En un cambio de chaquetas
tardío
te he ofrecido
ante Dioses Incas

La manga ya no es de lana gruesa
el gris suave la envuelve
estricto en su color

Toco tocando ahora
toco sintiendo
consciente
y porfín
después de tantos viajes oculares
de tantos caminos
y chinas en el zapato
y sangre en el calcetín de hilo

Sopla la ternura
en el viento de verano
de mi futuro incierto
y amigo

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